Sunny Graves
No hay discusión alguna. De la oscuridad siempre emerge un atisbo de luz, y no solo estamos hablando de leyendas egipcias, de Ra apareciendo de dentro de un huevo creado por Nun, el océano primordial.
Enfrentarse a un viaje siempre debería ser un acto luminoso, una cascada de vivencias convertidas en notas musicales bailando en un pentagrama, con una clave de sol presidiendo. Luz, siempre luz, luz como la del sol (y sus claves) que de tan pura nos ciega.
Sunny Graves nos ofrece parte de la luz recogida en uno de sus tantos viajes (¿qué es la vida sino un viaje?), esa luz que siempre percibí en su naturaleza desde que mi camino se cruzó con el suyo ya hace unos cuantos años. Luz en forma de música, luz en forma de amor (a los animales, a los arboles, a la naturaleza en su plenitud), luz en forma de conocimiento, luz soleada, esa luz que tanto ilumina un gato ronroneando en la ventana como las tumbas serenas de un cementerio, esa luz que es vida en su pleno esplendor, y que sin discusión alguna, siempre emergerá de cualquier recóndito lugar lleno de oscuridad.
Sr. Galleta. Upper Egypt Consortium. Julio 2015
Foto perfil: Ariadna Serrahima